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Proyecto SAS

Abogacía por el derecho humano a la alimentación y promoción
de los sistemas alimentarios locales en Perú y Bolivia

Historias inspiradoras

Circuitos
Cortos
La Paz

Cuando las personas llegan a la ciudad de La Paz de noche, pueden ver un manto de luces que se esparce casi sin fin. La Paz y la ciudad hermana de El Alto conforman el centro urbano más poblado de Bolivia. Habitadas principalmente por personas migrantes del campo, no se puede hablar de una ciudad sin pensar en la otra. Junto a otros municipios, forman lo que se conoce como el área metropolitana de La Paz. Un espacio de casas y caminos que se expande hacia el gran altiplano y que invade todos los icónicos cerros del entorno, abarcando ocho municipios urbanos, periurbanos y rurales.

El área metropolitana de La Paz creció sin mucha planificación durante los últimos 15 años. Así como las construcciones se expandieron por el territorio sin el debido control, las necesidades de alimentación de los más de dos millones de habitantes también crecieron sin medidas estratégicas.

Ante la falta de información acerca del lugar de procedencia de los productos y la inminente necesidad de alimentar a la población del área metropolitana de La Paz, se generaron diferentes grupos y colectivos que impulsan la agricultura urbana y periurbana ecológica y la comercialización de productos a precio justo.

Asociaciones como Ecotambo, la Plataforma de Agrobolsas Surtidas, Aflopha y Suma Panqarita congregan a familias productoras agroecológicas y promueven la comercialización de alimentos a través de circuitos cortos en la ciudad de La Paz. La producción proviene de huertos urbanos y periurbanos y se sostiene en la filosofía de acercar el campo a la ciudad y tender puentes entre productores y consumidores. Las ferias, los puntos de venta y las entregas a domicilio que las asociaciones proponen, constituyen una plataforma de encuentro con una oferta de alimentos saludables para los “caseritos” y las “caseritas” de la ciudad. Durante las crisis sociales de 2019 en La Paz y en la cuarentena por la pandemia de la COVID-19 en 2020, las productoras y los productores no dejaron de trabajar y, a pesar de los riesgos y la falta de transporte, buscaron formas para salir adelante y seguir sustentando su vida y la de los habitantes de la ciudad.

El trabajo con circuitos cortos ayuda a crear redes de confianza y a fortalecer las economías locales, demostrando que los Sistemas Alimentarios Sostenibles, en una escala pequeña y local, son posibles. Las asociaciones con las que UNITAS estableció vínculos trabajan con sus propias redes de consumidores y consumidoras, que hacen parte importante de las asociaciones y, poco a poco, rompen las dicotomías tradicionales de consumidor-productor y campo-ciudad, visibilizando la interdependencia de estos ámbitos y actores.

Una experiencia de organización: la Asociación Suma Panqarita en La Paz

Tatiana Dalence es transformadora y comercializadora, que trabaja con productoras del sector del lago Titicaca, el lago navegable más alto del mundo. Tiene una profunda conexión con la tierra y el territorio y está siempre buscando aprender cómo innovar en productos transformados con alimentos locales y nutritivos. Tatiana es parte de la directiva de la Asociación Suma Panqarita, que se formó a mediados de 2020 para apoyar a productoras y productores agroecológicos del área urbana y periurbana de La Paz y El Alto en la consolidación de un mercado sostenible que les permita vivir de su producción, tanto a través de la venta de productos, como mediante el autoconsumo. La Asociación Suma Panqarita fue una de las varias organizaciones beneficiadas por el Proyecto SAS a través del trabajo con UNITAS.

La asociación cuenta con 16 productoras y productores (13 mujeres y tres hombres) que producen alimentos como zanahoria, zapallo, variedad de hojas verdes, tomate y otras hortalizas cultivadas en carpas. También elaboran productos con valor agregado; por ejemplo, mermeladas y germinados. La mayor parte de las productoras y productores provienen de la ciudad de El Alto, aunque también son parte de la asociación productores de Sapaqui y Kollasuyo, poblaciones del valle alto del departamento de La Paz y del lago Titicaca, respectivamente.

La asociación Suma Panqarita mantiene un contacto estrecho con la junta de vecinos de la plaza Lira, ubicada en el macrodistrito Cotahuma de la ciudad de La Paz, un espacio en el que comercializan sus productos todos los sábados. Si bien durante la cuarentena por la COVID-19 en 2020 distribuían entre 40 y 60 bolsas de verduras semanales y en 2021 el promedio de ventas es de 35, el espacio físico es vital para mantener el vínculo con los consumidores y las consumidoras, visibilizando la importancia del tejido de actores en la red de circulación de productos agroecológicos.

Las constantes ganas de aprender de Tatiana están acompañadas del deseo de crecer de sus compañeras. Gracias a este impulso y a la apertura y articulación de UNITAS, junto al Proyecto SAS se gestionaron siete talleres de desarrollo de capacidades, según las necesidades, visiones e intereses de las productoras. Las capacitaciones incluyeron talleres de producción, comercialización y distribución, pero también se organizaron talleres de oratoria, negociación y de otras alternativas económicas, como por ejemplo encuadernación para la elaboración de cuadernos y agendas. Con los conocimientos adquiridos en los talleres de negociación, las productoras pudieron cerrar contratos con tres cafés en la ciudad de La Paz y desarrollaron propuestas para otros espacios de comercialización. Por otra parte, se dieron cuenta de la importancia de poder calcular el volumen de producción para no fallar a los clientes, un aspecto que se atendió también durante las capacitaciones. Una de las principales reflexiones que resultaron del trabajo radica en analizar el crecimiento del negocio, en tanto permita a las familias vivir dignamente de su producción sin descuidar la calidad del producto y el bienestar de las familias productoras. Estos valores también distinguen a la agroecología de la producción convencional.

La visión de la Asociación Suma Panqarita a mediano plazo es poder constituirse legalmente para brindar un respaldo institucional a los miembros productores, generar mercados fijos para los productos, poder seguir desarrollando capacidades para ofrecer productos de calidad y generar procesos que beneficien a las familias productoras. Para lograr estos objetivos, es necesario continuar con el trabajo de consolidación de la asociación y trabajar con un monitoreo de la producción agroecológica, con el fin de abastecer a todos los mercados que se están abriendo. Si bien la autogestión ayuda a la asociación a seguir funcionando, el crecimiento requiere de una mayor cantidad y regularidad de fondos y de la designación de una persona de la misma asociación para dedicarse a la gestión de todos estos procesos.

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